Llevo tiempo dándole vueltas a la construcción del contraste con luz de tres cuartos y no hay manera de aclararse. Lo hago midiendo la luz incidente y siempre tengo la impresión de que lo que obtengo en la foto está mucho más contrastado de lo que me espero. Pienso que se debe a que aunque mida la luz en el lado de sombras en realidad lo que veo es un tono mucho más oscuro porque la cara recede en ángulo y pierde brillo. Osea que probablemente la luz incidente no me de información real sobre el contraste de la escena sino solo sobre el de iluminación. Al retroceder el ángulo de la cara se oscurece y es ese tono el que me hace ver más contraste del que hay. Así que estoy probando otra manera de medir. En vez de usar un fotómetro de luz incidente, con calota, o plano, aquí miro la reflexión de una tarjeta gris apuntada a memdio camino de la cámara y la luz principal (como dice Kodak que hagamos) y vuelvo a medir con la tarjeta a medio camino del lado contrario. Y parto de que el contraste es ese.
Con Bogdana, en CienxCien para el próximo libro de iluminación.
Empiezo con dos fotos de la tarjeta para ver lo que digo. Ambas están expuestas al valor de las luces. El contraste, medido, es de tres pasos.
Y esta es una foto con un contraste de dos pasos. Una razón de luces de 4:1.
Y ahora un paso y medio, osea la relación de contraste 3:1 que recomendaba Kodak en los años 50 cuando sacó el proceso C de papel de color para convencer a los fotógrafos de social de que el material no era tan malo como pensaban.
Y termino con un contraste de dos tercios de paso. Que es como un 1,6:1.