Una de mis favoritas luces base es la cenital. Una octa grande, de 1,2 o 1,5 o mayor, colocada boca abajo justo encima de lo que voy a fotografiar.
Si el foco está «muy bajo» la diferencia entre la luz en la cabeza de la persona que fotografío y sus piés es grande, y queda fea, así que me gusta el foco alto, muy alto, al menos 4 metros. Pero no tengo estudios donde meter eso. Bueno si, Love 2 Dance, en Sevilla. Así, con el foco muy alto, la diferencia entre la ilumianción de las rodillas y la cara es mucho menor.
Si la figura está justo debajo del centro del foco el modelado es demasiado alto. La iluminación horizontal es muchísimo mayor que la vertical y no queda bien en los rostros. Pongo cuatro ejemplos, con Claudia en el estudio de Manuel Esteves:



